lunes, 30 de agosto de 2010

ENCUENTRO




Cruzaba en diagonal la plaza aquella

que nos supo cintura con cintura,

y como una aparición, santo y tonsura,

tú imagen, la de ayer, mi cándida doncella;



los dos nos detuvimos, como una estrella

que estalla, su bella, su pasada donosura;

y ambos nos contemplamos la figura

que el tiempo derritió como centella;



una sonrisa apenas; la arruga no destella

y aquel ¿cómo te va?, fútil grosella

que un tiempo nos vio unidos placenteros,



apenas fue un minuto, seguiste tu destino

y yo volví a mi suerte por el viejo camino

hurgando besos tiernos en sombras de senderos .



construido a las 11,51 del 28 de agosto de 2010.



Rodolfo Leiro