Es sin duda, mi amiga que he soñado
aquel desnudo amor en el desierto,
bajo un cielo de lunas descubierto
y un azul de caricias despeinado,
vagábamos los dos, en un dorado
en un vago rincón de cielo abierto
ensayando el sinfónico concierto
que rima con un pecho enamorado
de pronto, me supe recostado
sobre tu joven cuerpo empecinado
en brindarme tu virgen geografía,
mientras el sol gritaba ensangrentado
y el sello de tu beso explosionado
a mi interno recinto seducía!
Construído a las 4,10 del
19 de enero de 2011-01-19
Para mi Libro “Rimas insolentes”
Rodolfo Leiro
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