sábado, 2 de octubre de 2010

UNA NIÑA




Esas noches de un espléndido verano

con mi paso de pausado peregrino,

arañando las veredas, sin destino,

mis pupilas de avispado veterano;



una amable madrugada, de la mano

de un reflejo fantasmal y gongorino,

dibujaba la ilusión de un camerino

y una niña con su rostro victoriano,



que aguardaba a su jayán, un artesano,

con estirpe de varón recio y galano

arribando como amante clandestino



con su beso pasional de amor decano,

vasta fiebre de un intrépido espartano.

Una niña que no estuvo en mi camino. .



CONSTRUIDO A LAS 16,39 DEL



30 de septiembre del 2010



Rodolfo Leiro

1 comentario:

  1. Mi querido Rodolfo:
    Siempre es un gusto leer tus textos.
    Vos sabés de mi respeto y reconocimiento por tus poemas y por tu don de ser humano.
    Con profundo aprecio, siempre mis mejores deseos cada día, querido amigo.
    Analía

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