miércoles, 15 de agosto de 2012

Rostro de Demiurgos






Y me metí en mi cuerpo cierto día

por una vena que sangraba presa,

de la emoción que dejó de ser ilesa

para mostrar la herida que era mía.



En el circo imparcial de la utopía

que suele caminar sobre mi mesa,

circulé la versión jamás impresa

de transitar mi interna cofradía;



y vagué en un silencio y melodía

del concierto sagaz que me ofrecía

el síntoma o prez de otra materia,



y tengo para mí, la rara sinfonía:

¡hallar mi propio rostro en una fría,

inescrutable fronda de mi arteria!



Construido a las 14,23 del

13 de agosto de 2012 para mi

Libro “Hebras de Plata”




miércoles, 15 de junio de 2011

VALOR





¿Qué he perdido el valor? Tú me deslizas

una frase nervial tal vez reconviniendo;

y es acaso verdad, voy consumiendo

este aliento doloro que hizo trizas



éste pecho con siembra de nodrizas,

este huerto de brevas resurgiendo,

el recinto que grita ¡estoy muriendo!

pero rimo en un solio de ramizas;



han variado los temples de mis tizas,

pezones que son verbos donde atizas

la ternura con rol de dispensario



y hoy más solo que nunca, deprimente,

¡soy el asta del duelo, el vil demente,

un hombre que quizás fue imaginario!



Construido a las 15,34

del 26 de mayo de 2011.



Para “La rebelión de los verbos”



Rodolfo Leiro

Mis días




Los días transcurren llevando mi pena,

las noches son jibas de insomnio temoso

y floto en un plasma de acibar garoso

como un inocente de eterna condena ;



un preso que arrastra su férrea cadena

en páramo ardiente, hirviente, brumoso

y acaso el descanso me llama del foso

¡la muerte que quiere brindar su diadema!



Y acaso del fondo de un gris agarena

surcado por dientes de tolva galena

sorbiendo las flamas del lampo sinuoso,



encuentre un adarve altivo y fibroso

y entonces retorne, retórico astroso,

fundido en tu boca, tu cara morena..



construido a las 8,52 del

3 de junio de 2011-06-03

Para “La rebelión de los verbos”



Rodolfo Leiro

miércoles, 16 de marzo de 2011

PARANINFO




Si la histórica alacena

que asilara tanta glosa,

tornara el rubor de rosa

que anidó tu piel morena,



si de aquella noche plena,

mientras la mar rumorosa

arrojaba esplendorosa

alba espuma en rubia arena,



conservara la diadema,

el cuño alfil, el emblema

que mi recuerdo provoca,



el aroma de azucena

y el paraninfo, la escena

que fue fundirme en tu boca!



Sonetillo construido a las 2,54 del

14 de marzo de 2011, para mi libro



“Rimas insolentes”



Rodolfo Leiro

COSECHA




Tempestadess de erupciones, conmociones

delirantes de una inédita invoraz alegoría,

dibujaron como Gracos en el nervio de mi día

la oratoria de mi verbo en alfiles emociones;



y fui preso, pobre loco, de diversas sensaciones

alentado ciertas veces por mi rara geometría

construyendo en el parnaso de mi vasta geografía

este mundo de mi verbo troquelando pulsaciones;



no detuvo el climaterio de atrevidas tentaciones

este impulso cabildante de mis auras convicciones

que sembré sobre desiertos de mi dátil homilía,



y al momento que cosecho en carroza de pulmones

los dibujos himentales de indulgentes ilusiones

me desplomo, imperturbable, en mi pátina sombría.



CONSTRUIDO A LAS 6,14 DEL

15 de marzo de 2011 para



Rimas insolentes

GLORIAS





A través de los folios de la historia,

de sus ciclos no siempre victoriosos,

el vate ha procurado en armoniosos,

en vibrantes afanes de su euforia,



llegar con un soneto hasta la gloria

y tomando por báculo sus briosos,

sus empeños de ritos laboriosos,

la arteria colosal de su memoria,



compuso en imponente geografía,

corsario de su artífice grafía,

los estros de su tópico glosario:



si no alcanzó la gloria es irredente

por que la tuvo el eco de su mente

en el numen feraz de su nectario!



Construido a las 3,44 del

14 de marzo de 2011 para

“Rimas insolentes”



Rodolfo Leiro

SINFONÍAS




Un torrente de lujuria de sinfónico voltaje,

despeñábase en lascivia en el ruedo de la orgía,

como labio pervertido que insaciable perseguía

enrolado en un flagelo de voraz libertinaje;



escondido, conmovido bajo el feudo de mi traje,

el desnudo de los cuerpos, corrompida fantasía,

mientras lamias y jayanes, en falaz filosofía

aprendían de la vida los aromos del ultraje;



yo miraba perturbado, perversión de orfebrería

un proscenio desatado, el festín que derretía

la ansiedad por aquel gozo de frenético conjuro;



sin embargo, cada grito, cada gesto desprendía

incestuoso catecismo de enlodada melodía.

¡ También ruedan sinfonías en el mundo de lo impuro!



Construído a las 4,02 del

16 de marzo de 2011, para



Rimas insolentes



Rodolfo Leiro