Tempestadess de erupciones, conmociones
delirantes de una inédita invoraz alegoría,
dibujaron como Gracos en el nervio de mi día
la oratoria de mi verbo en alfiles emociones;
y fui preso, pobre loco, de diversas sensaciones
alentado ciertas veces por mi rara geometría
construyendo en el parnaso de mi vasta geografía
este mundo de mi verbo troquelando pulsaciones;
no detuvo el climaterio de atrevidas tentaciones
este impulso cabildante de mis auras convicciones
que sembré sobre desiertos de mi dátil homilía,
y al momento que cosecho en carroza de pulmones
los dibujos himentales de indulgentes ilusiones
me desplomo, imperturbable, en mi pátina sombría.
CONSTRUIDO A LAS 6,14 DEL
15 de marzo de 2011 para
Rimas insolentes
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