Yo no impongo las raras convicciones
que alentaron mis nódulos primarios ,
me acerco con mis raros poemarios
viajante de distintas sensaciones,
quiero hablar de las propias ilusiones
que atizaron mis ritmos temerarios,
sin detenerme en tímidos glosarios,
sin que adviertas inútiles presiones;
no he buscado rodarte en implosiones,
llevarte por espacios de erupciones
que rompan el bardal de tu plenario;
pues escribe muchacho lo que sientas,
sin importarte lampos de tormentas.
Difunde tu paisaje doctrinario.
Construido a las 9,38 del
28 de septiembre de 2010.
Rodolfo Leiro .
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